
Cuando pensamos en Menorca, lo primero que nos viene a la mente son sus calas de aguas turquesas, sus pueblos con encanto y la tranquilidad que respira la isla. Sin embargo, Menorca guarda otro tesoro menos conocido: su gastronomía.
Más allá de los restaurantes turísticos, la isla ofrece rutas gastronómicas poco exploradas, donde se pueden probar productos locales directamente de agricultores, artesanos y pequeñas empresas familiares.
Si buscas una forma diferente de recorrer Menorca, seguir el rastro de sus sabores es una de las experiencias más auténticas que puedes vivir.
Queso Mahón: el icono de la isla
Ningún recorrido gastronómico por Menorca está completo sin probar el queso Mahón-Menorca. Elaborado con leche de vaca local y curado con sal marina y aceite de oliva, este queso tiene un sabor único: cremoso, ligeramente ácido y muy aromático.
Muchas fincas abren sus puertas a los visitantes, ofreciendo visitas guiadas y degustaciones. Una parada recomendada es Subaida, una de las queserías más reconocidas de la isla.
Sobrasada y embutidos locales
Aunque la sobrasada suele asociarse con Mallorca, Menorca también cuenta con una larga tradición en su elaboración, dándole un toque propio y diferenciador. Además, se pueden encontrar otros embutidos como el camot (similar al salchichón) o la carn i xulla (carne de cerdo con tocino).
La mejor forma de descubrirlos es visitando los mercados semanales en pueblos como Es Mercadal o Ferreries, donde los productores locales venden directamente sus elaboraciones.
Vinos menorquines: un secreto bien guardado
El mundo del vino en Menorca es pequeño pero está en plena expansión. Las bodegas locales producen vinos de gran calidad, especialmente blancos elaborados con uvas de Malvasía, frescos y minerales, perfectos para acompañar pescados y mariscos.
Algunas bodegas, como Binifadet, ofrecen visitas guiadas con catas, donde disfrutar del vino en un entorno de viñedos pintorescos.
Miel, aceite de oliva y otros productos artesanos
Además del queso, los embutidos y el vino, Menorca presume de una gran variedad de productos artesanales. La miel, el aceite de oliva y dulces como las ensaimadas o los carquinyols (galletas de almendra) son solo algunos ejemplos.
Recorrer los pueblos más pequeños permite descubrir talleres y comprar directamente a los artesanos, llevándote a casa un pedazo auténtico de la isla.
Ruta gastronómica sugerida
Si quieres combinar sabores y paisajes, aquí tienes un ejemplo de ruta de un día:
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Mañana: Visita a una quesería cerca de Alaior con degustación incluida.
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Mediodía: Paseo por el mercado de Es Mercadal para probar sobrasada con pan artesanal.
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Tarde: Tour en la bodega Binifadet con cata de vinos.
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Noche: Cena en Ciutadella a base de pescado y marisco fresco.
Un itinerario que mezcla tradición, autenticidad y un verdadero sabor de Menorca.